La aventura nos volvió a llamar, desde lejos como un profundo murmuro sordo pero constante. Acudimos decididos, llevados por el torrente de la inquietud. Sorteamos las vicisitudes del camino, que nos presentaba una sorpresa a cada recodo. Levemente húmedos llegamos a pie de vía para descubrir que el inicio goza de una chorrera en pleno apogeo, ¡bueno ya se secaran los gatos!. Disfrutamos de buenas placas con excelente roca y agarres ¡cómodos!.Visita obligada a la cueva y a disfrutar de lo mejor, la parte superior como bien dice el termino, era superior. Una excelente escalada con un ambiente excepcional, felicidades al descubridor de esta joya. El descenso se nos complico un poco con alguna liada de cuerdas y de regreso a refrescarse un poco, que se agradece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario