Después de un intento fallido a la miranda de l'Alba, decidimos rematar la jornada con una gélida ascensión a esta clásica vía. El día desanimaba pero nuestro fanatismo acabo arrastrándonos a los insondables abismos montserratinos, y entre jirones de niebla y vientos desbocados nos encaramamos a esta piedra.
Material: cintas
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