Sentires de dudas y sorpresas tiñen de sensaciones el devenir de tiempos modernos, viajeros del viento, portadores de novedosos momentos que tras el fugaz transito por el eterno presente se amontonan cual cachivaches viejos entre los recuerdos de tiempos pretéritos.
Viajemos a lomo de endorfinas desbocadas y sudores galopantes, y atemperados por la conciencia de la determinación hilemos la trama de la acción. Avanzando de gesto en gesto, de mueca en mueca hacia un fin sin fin, hacia el vaporoso trofeo del recuerdo de la belleza del momento que nos lleno de emocionante existir.
Así, entre divagaciones propias de etilicas tabernas hundíamos nuestros dedos entre oquedades agrestes, sin hallar solución al tan espinoso tema de ... si en el sillón no albergaría yo mas dicha.
Pero arroyados por la ola del ímpetu nos descubrimos en el final de la pared contemplando un bello panorama pirenaico. ¡Así son las cosas!
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