Descubriendo lugares recónditos de la montaña nos aventuramos en este bello paraje montserratino . El pie de vía nos costo un poco de encontrar, pero tras poner un poco de interés dimos con el.
Arrancamos la ruta no sin esfuerzo y en el segundo largo nos damos cuenta de que faltan los clavos (todos), menos mal que llevamos aliens y friendcillos. ¡Nada! el resto transcurrió sin grandes sobresaltos disfrutando una escalada variada y estética, buen trazado.
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