Vilanova de Meià ese reino del abismo, ese dominio del vació que te embriaga de deseos, de locas pretensiones. Este es el lugar donde flotar entre el cielo y la roca, donde franquearte con aves, donde suspenderte de extremidades temblorosas y sudar atraído por la gravedad.
De todos los caminos posibles esta vez elegimos la Papisuca, una de esas de los ochenta. De cuando los grados sobrepasaban raramente el V+ y el sexto se reservaba para lo realmente difícil. Entramos por la nueva variante de 6a, que a mi personalmente me gusto mucho. Después tropecé con el 6c, con el que ya no pude, pero después el largo sigue atlético y con carácter. Me gusto mucho este primer largo.
El resto de la vía pues eso a lo Vilanova; desplome y alguna placa putilla.
El material cintas y "yasta".
Somos unos flojos
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